cautivará a quien mire con resuello,
y pervivirá y nosotros con ello.
Como lector, pocas veces me doy la libertad de entrar en una librería y permitirme escoger un libro al azar y muchos menos de un autor del cual no he escuchado nada. Estoy acostumbrado a ir comprar libros que estoy buscando, mucha veces literatura clásica que me hace falta leer y que de alguna manera aseguran una grata lectura. Sin embargo, la idea de dejarnos seducir por un libro de un autor que no conociéramos nos atrapó tanto a María como a mí.
En la historia, la protagonista (Rosa) viaja al pasado
por medio de la hipnosis y habita el cuerpo de William Shakespeare (al
parecer, en su vida pasada ella fue el famoso escritor inglés). Por esta
razón, es inevitable comparar el presente con el pasado y viceversa.
Además de que esto genera muchas situaciones cómicas, también nos pone a
pensar en la vida que hace algunos siglos las personas llevaban en
realidad y en cómo a veces en el presente, las personas damos por
sentada la vida.
Asimismo, a pesar de que la novela entra en el género cómico, hay un héroe (o dos héroes dentro del mismo cuerpo) que se embarca en una viaje muy importante: el de enfrentar el dolor y el de descubrir el verdadero amor. En consecuencia, la novela me hace pensar que es una historia rindiendo homenaje a una figura excepcional: William Shakespeare. A través de sus obras y sonetos, este dramaturgo inglés emana la pasión por la vida con todas sus emociones, contradicciones, grandezas y obstáculos. Por medio del texto, el autor nos recuerda que incluso un genio capaz de plasmar eso en papel, hubo antes un ser humano que tuvo que pasar por etapas para poco a poco alcanzar una madurez como persona y artista (simultáneamente). Pero la trascendencia de la novela no radica sólo en eso.
El hecho de que Rosa, un personaje común y corriente, sea equiparada con Shakespeare (y no sólo equiparada, sino que ella misma es el bardo) nos dice que la genialidad está en nosotros, viajando a través de nuestra alma a lo largo del tiempo. El viaje del héroe es pues, no sólo una aventura hecha para los genios que han trascendido, sino para los genios que anhelan trascender apasionadamente adentro de nosotros mismos.
Asimismo, a pesar de que la novela entra en el género cómico, hay un héroe (o dos héroes dentro del mismo cuerpo) que se embarca en una viaje muy importante: el de enfrentar el dolor y el de descubrir el verdadero amor. En consecuencia, la novela me hace pensar que es una historia rindiendo homenaje a una figura excepcional: William Shakespeare. A través de sus obras y sonetos, este dramaturgo inglés emana la pasión por la vida con todas sus emociones, contradicciones, grandezas y obstáculos. Por medio del texto, el autor nos recuerda que incluso un genio capaz de plasmar eso en papel, hubo antes un ser humano que tuvo que pasar por etapas para poco a poco alcanzar una madurez como persona y artista (simultáneamente). Pero la trascendencia de la novela no radica sólo en eso.
El hecho de que Rosa, un personaje común y corriente, sea equiparada con Shakespeare (y no sólo equiparada, sino que ella misma es el bardo) nos dice que la genialidad está en nosotros, viajando a través de nuestra alma a lo largo del tiempo. El viaje del héroe es pues, no sólo una aventura hecha para los genios que han trascendido, sino para los genios que anhelan trascender apasionadamente adentro de nosotros mismos.
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